lunes, 14 de diciembre de 2009

Tadeusz Rózewicz








MI POESÍA
No explica nada
no aclara nada
no hace sacrificios
no abarca todo
no recupera esperanzas

no crea nuevas reglas del juego
no participa en él
tiene un lugar definido
que debe colmar

si no es un lenguaje criptico
si habla sin originalidad
si no guarda sorpresas
evidentemente es asi
como las cosas deben ser

obediente a su propia necesidad
su alcance y limitaciones
pierde hasta contra si misma

no usurpa el espacio de otra poética
ni puede ser remplazada por ninguna otra
abierta a todo
desprovista de misterio

tiene muchas tareas
a las cuales nunca hará justicia

Tadeusz Różewicz

EL CIELO DE LA NIÑEZ

Cielo

de dulce paladar

sabor a almendras miel

semilla de amapola y vainilla

Yo a quien le ha sido dado conocer

el sabor de la sangre la violencia y el fuego

deshago en el paladar la hostia

con un frágil ángel

de imperceptible cara blanca. ·

DOS HACHAS

Cuando mi padre cumplió
77 años
me dijo
<<>>

nos bebimos medio litro de vodka

mi Padre encendía sin prisa
un cigarro
y comenzó a hacer
círculos de humo
círculo
trás círculo

se elevaban hacia el techo
crecían se deshacían

recuerdo una pregunta
de ésta nuestra conversación de cumpleaños
<>

mi Padre se quedó viendo
los círculos de humo
sacudió la ceniza del cigarro
y dijo
<<¡ claro que vale la pena!>>
después me miró
<>

entonces comprendí
que mi Padre nos amaba
pero no lo decía


POÉTICA

Es limpio el canto

del poeta

que sirve

a una buena causa

Deja atrás los cementerios

de palabras e imágenes

Separa escuelas utilería

llega al corazón y a las cosas

escribe poemas simples

Se pudren las palabras

a las que se les quitó el amor

sin el que nuestro canto

es como el zumbar de los insectos

como el color de las frutas de cera

como el estrépito de las chapas de latón

como los gritos del borracho

como el silencio de las cosas

Un canto sin amor

está muerto

el pueblo indiferente y severo

le dará la espalda

Tadeusz Różewicz

Traducción: Gerardo Beltrán y Abel A Murcia
Purificación
No se avergüencen de las lágrimas
No se avergüencen de las lágrimas jóvenes poetas. Maravíllense ante la luna
su luz en la noche
ante el amor puro y el canto del ruiseñor
No teman la ascensión al cielo
tiendan la mano hacia la estrella
comparen ojos con estrellas
Déjense conmover por prímulas/
una mariposa anaranjada
la salida del sol
Alimenten tiernos pichones
observen con una sonrisa
perros máquinas flores rinocerontes
Hablen de ideales
reciten una oda a la juventud
confien en el desconocido que pasa
Ingenuos llegaran a creer en la belleza
conmovidos llegaran a creer en el hombre
No se avergüencen de las lágrimas
no se avergüencen de las lágrimas jóvenes poetas

Tadeusz Różewicz, Polonia 1921

Traduccion: Rafael Cadenas

Tadeusz Rózewicz

(Radomsko, 1921) Escritor polaco. Cultivador en sus inicios literarios de la metáfora poética, sus dramáticas experiencias vividas durante la II Guerra Mundial le condujeron hacia un estilo sobrio y severo, pasando a expresar a través de su renovada poesía (Angustia, 1947; Formas, 1958) y de su teatro (El informe, 1959; Los espaguetis y la espada, 1967; El matrimonio blanco, 1975; En el foso, 1979) su íntima desesperación, nacida de la falta de valores humanos propia de nuestra civilización actual. Es también autor de varios relatos (La muerte en los viejos decorados, 1970) y ensayos (El teatro de la inconsecuencia, 1970).

Hoy quiero presentaros a otro gran poeta de la "Escuela polaca de poesía", Tadeusz Różewicz. Rózewicz, es sin duda, uno de los grandes poetas polacos junto a Herbert o Milosz. Aún así, Rózewicz, al contrario de muchos de los poetas de esta escuela, es un poeta del escepticismo, del alejamiento de los valores arraigados en su país (como podría ser el patriotismo o la religiosidad). Marcado radicalmente por la guerra, contempla el mundo desde el punto de vista de quien ve detrás de la inocencia, la pequeñez o la dulzura; el crimen, la bestialidad o la destrucción. Representa, además, un extremo formal de esa poesía: llevando hasta el límite el desarrollo de una poesía desnuda, lacónica, carente de rima y puntuación, que deja de lado el lirismo en favor de la imagen real. Precisamente el poema que os presento hoy, podría entenderse casi como un manifiesto de esta manera de entender la poesía.

EN LA SUPERFICIE DEL POEMA Y EN SU INTERIOR

Una blanca colina de sal
sobre un plato de cristal
las huellas de los dedos
los huecos las sombras
las chispas de los cristales

Blanca sal
en un plato
los huecos de los dedos
las sombras
el destello (de la luz)

sal
en un plato
las huellas de los dedos
las luces las sombras
el destello (de los granos)

en un cenicero
(ceniciento) se apagaron los fríos
terroncillos de ceniza
una colilla
blanquiamarilla aplastada
retorcida (arrugada)
la huella de unos labios

en un cenicero
terroncillos de ceniza gris
pagados (sin luz)
una colilla
blanquiamarilla
apagada con un dedo
la huella de una boca

en un cenicero
terroncillos tibios
de ceniza
una colilla blanca
apagada con un dedo
un rastro de carmín

Un tarro de mermelada
una masa rosada
con oscura humedad
en su interior
bordes transparentes
tras los bordes
oscuros granos

húmeda dulce
masa en un tarro verde
manchitas de luz
granos claros y oscuros

En un plato
de porcelana blanco
junto a un poroso limón
un huevo
dos tomates recubiertos
de piel tersa roja
en un plato blanco
un liso (pálido) huevo
un limón de interior transparente
dos tomates rojos

Una taza de té ya vacía
en la taza una cucharilla
los brillos de níquel
en el fondo de la taza
los negros posos del té

Una taza
de latón una cucharilla
húmedas marrones
hojas de té
una funda de gafas
azul
una agenda de bolsillo
con los números blancos
1970

Una mosca encima de una caja
(de cerillas) se limpia
las alas transparentes

un termo chino
gris plateado unos extraños signos
letras

pequeña naturaleza muerta
que disminuye calla
cura
duerme

la mosca golpea
pausadamente en el cristal
una gota horada una piedra

en un plato de latón
setas
marrones cálidos sombreros
rugosas raíces
cubiertas de tierra

pequeña naturaleza
muerta iluminada hasta la mitad
la otra parte en la sombra

la mosca golpea en la ventana
tras la que está
la gran madre naturaleza
con un grupo de árboles
y un camino
y un cartero
que se acerca
hacia mí (a mi casa)

EPÍLOGO DEL POEMA

Despacio cuidadosamente
hay que quitar las palabras
desnudar la imagen del cuadro
las formas del color
las imágenes de los sentimientos
hasta el meollo
hasta el lenguaje del sufrimiento
hasta la muerte

Hay poemas
internos
y poemas externos
hay poemas acabados perceptibles
echados
a la superficie
por la sabiduría por la rutina
rayos de cristal
claros
como la luz
pero hay otros
fluidos soñolientos
oscuros


(Traducción Fernando Presa González)

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